¿Es la resurrección de Jesús una
revancha de Dios Padre frente al sistema judío que lo había condenado a muerte?
¿La resurrección es una especie
de trofeo o premio que Jesús recibe por parte de Dios Padre por su sacrificio?
¿Si Dios es dueño de la vida y
nos ama, cómo va a dejarnos en la muerte?
¿Si Dios es un Dios de vivos: el
Dios de Abraham, Isaac, Jacob, Moisés… cómo va a dejarnos en la muerte?
¿Es la pasión y muerte de Jesús
algo que no le fue difícil por ser como muchos piensan el Hijo predilecto que
todo le era fácil y que por ser precisamente el Hijo de Dios la resurrección
fue algo que ya le pertenecía y a lo cual estaba destinado por encima de todo?
LA RESURRECCIÓN DE CRISTO ES
NUESTRA FUERZA: PAPA FRANCISCO
VIDEO DE YOUTUBE: http://www.youtube.com/watch?v=nyK95NHsDAs
Papa
Francisco en Audiencia General 3/4/2013: "La resurrección de Cristo
es nuestra fuerza”: La muerte y la
resurrección son el corazón de nuestra esperanza. La resurrección nos abre a la
felicidad perfecta, ilumina con una luz nueva las realidades de la muerte, del
sufrimiento, del pecado. Es nuestra
certeza más grande, nuestro tesoro más valioso que hemos de compartir. Los
primeros testigos de la resurrección son las mujeres y esta es la misión de las
mujeres, de las madres de dar testimonio de que Jesús ha resucitado. Jesús se
hace presente de una manera nueva, en una condición nueva: su cuerpo es un
cuerpo glorioso, el encuentro con el resucitado de una fuerza a la fe.
Dios resucita
a Jesús porque estaba de su lado, porque ante todo Dios es vida y, por tanto,
lo que está en sintonía con el Él es vida. Si Jesús no hubiera
resucitado, eso querría decir que Dios estaba a favor de quienes lo condenaron
a muerte, y eso es ¡imposible. El amor es más fuerte que la muerte,
Jesús de Nazaret vivió con amor hacia todos porque Dios estaba en él, por eso
se da la victoria de la vida sobre la muerte y Jesús es la escenificación del
amor y la misericordia eterna del Padre que quiso encarnarse, padecer y morir
para la salvación del género humano en la plenitud de la Resurrección y confirmar
su presencia salvífica con el envío del Espíritu Santo en Pentecostés. Nuestra
fe en Jesús resucitado es una fe que nace o que emprendida en sus inicios por
los testigos de su resurrección: la fe de Pedro, de Juan el discípulo amado, de
María Magdalena, la fe de los apóstoles
reunidos con maría, la fe de los
primeros discípulos, la fe de Pablo.
Cuarto Evangelio ve en la cruz la
“hora” definitiva, en la que la “elevación” (hýpsosis ) es simultáneamente
muerte física en lo alto de la cruz y “glorificación” en el seno del Padre.
Morir es ya resucitar: resurrección-en-la-muerte.
¿CÓMO SE EXPLICA LA
RESURRECCIÓN DE JESÚS?
VIDEO
DE YOUTUBE: http://www.youtube.com/watch?v=Jh4Hg49CFVI
Basado
en el libro “Cincuenta preguntas acerca de Jesús”: Habla de la realidad de la
resurrección como un hecho histórico.
SIGNIFICADO DE LA
RESURRECCIÓN DE JESÚS
VIDEO
DE YOUTUBE: http://www.youtube.com/watch?v=4W3RRtFbD-4
El
Papa Benedicto XVI afirma: La resurrección es la plenitud de la vida no
sometida a la caducidad del tiempo, nos sumerge en la eternidad de Dios. La
resurrección no es un simple recuerdo, tenemos como tarea llevar la alegría y
la esperanza de la resurrección como triunfo de la vida sobre la muerte.
EL SANTO SUDARIO, LA
CIENCIA Y LA RESURRECCIÓN:
PBRO. JORGE LORING.
VIDEO DE YOUTUBE: http://www.youtube.com/watch?v=hVvcVcrBsRM
El
Pbro. Jorge Loring manifiesta que la resurrección es demostrable por la ciencia
como una realidad que se dio en un tiempo y lugar de determinado al estudiar la
Sábana Santa.
La
resurrección de Jesús , la verdadera resurrección, significa un cambio radical
en la existencia, en el modo mismo de ser: un modo trascendente, que supone la
comunión plena con Dios y escapa por definición a las leyes que rigen las
relaciones y las experiencias en el mundo empírico.
¿LA RESURRECCIÓN DE
JESÚS EXIGE LA PRESENCIA DE SU CUERPO FÍSICO?.
La
opción por tanto depende, en definitiva, del marco teológico en que se
encuadra. Y la verdad es que, superadas las adherencias imaginativas que representan
al Resucitado como vuelto a una figura (más o menos) terrena, y tomado en toda
su seriedad el carácter trascendente de la resurrección, la permanencia o no
del cadáver pierde su relevancia. El resultado vivencial y religioso es el
mismo en ambos casos. Una realidad personal tan identificada con Dios, cuya
presencia se puede vivir simultáneamente en una aldea de África o en una
metrópoli europea, que no es visible ni tangible: en una palabra, una realidad
que está totalmente por encima de las leyes del espacio y del tiempo, no puede
guardar ninguna relación material con un cuerpo espacio- temporal. Tan
invisible e intangible es el Resucitado para quien afirma que el sepulcro quedó
vacío, como para quien afirma lo contrario. “se siembra corrupción, resucita incorrupción;
se siembra vileza, resucita gloria; se siembra debilidad, resucita fortaleza;
se siembra un cuerpo natural, resucita un cuerpo espiritual ” (1 Cor 15, 42-44).
ARTÍCULO XI DEL CREDO:
“CREO EN LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE”
LO QUE CREEMOS EN ESTE
ARTÍCULO: Con la
palabra carne, en el Credo así como en la Biblia, se quiere aludir al HOMBRE
COMO DEBIL Y FRAGIL. Por ejemplo, cuando el evangelio de Juan 1,14 afirma que “el
Vergo se hizo CARNE”, sencillamente quiere decir que se hizo HOMBRE.
Con
las palabras “creo en la resurrección de la carne”, creemos principalmente que
Dios Padre, por Jesucristo en el Espíritu Santo, al fin de los tiempos,
transformará los CUERPOS vivos CORRUPTIBLES, DEBILES, FRÁGILES Y MORTALES que fuimos,
en INCORRUPTIBLES, FUERTES, INMORTALES Y GLORIOSOS.
NUESTRA RESURRECCIÓN
GLORIOSA ES OBRA DE LA INEFABLE TRINIDAD: Según san Pablo, si tenemos dentro el Espíritu Santo,
es decir, el Espíritu del Padre que resucitó a Jesús de entre los muertos,
entonces ese mismo PADRE, por el ESPÍRITU que había en nosotros, dará vida a
nuestros cuerpos mortales (Rom. 8,11). Según San Pablo, nosotros como
ciudadanos del cielo “esperamos como Salvador al SEÑOR JESUCRISTO, el cual transfigurará
este miserable cuerpo nuestro en un CUERPO GLORIOSO como el suyo, en virtud del
poder que tiene de someter a Sí todas las cosas” (FLP 3,20-21).
MARCO HISTÓRICO DE LA RESURRECCIÓN GLORIOSA DE JESÚS
La resurrección de Jesús fue un acontecimiento real, pero, como no podía ser percibida por los sentidos ya que fue GLORIOSA, no es un hecho propiamente histórico sino META-HISTÓRICO, es decir, que está más allá de la historia.
Pero hay VARIOS HECHOS HISTÓRICOS que forman como EL MARCO de la RESURRECCIÓN GLORIOSA y que, en su conjunto, sólo pueden explicar satisfactoriamente, si esa Resurrección gloriosa aconteció realmente. Estos hechos son principalmente estos: la existencia de Jesús de Nazaret "profeta poderoso en obras y palabras delante de Dios y de todo el pueblo" (LC 24,19); su pasión, su muerte, su sepultura, el hallazgo del sepulcro vacío al tercer día; la transformación o cambio tan enorme que experimentaron sus discípulos (y otros como Pablo), al convencerse de que ese Jesús, después de haber muerto, estaba más vivo que antes; el surgimiento, después de la muerte de Jesús, de una comunidad que se dedicó a vivir y a proclamar con su palabra y con su conducta, la muerte y la Resurrección gloriosa de Jesucristo, Salvador insustituible de todos los hombres, etc.